La Liga MX ha sido testigo de una notable transformación táctica en las últimas décadas. El tradicional sistema 4-4-2, que durante años dominó el fútbol mexicano, ha cedido terreno ante enfoques más dinámicos y flexibles, como el fútbol posicional. Esta evolución refleja la adaptación de los equipos a las tendencias globales y la influencia de entrenadores innovadores que han dejado su huella en el balompié nacional.
Durante las décadas de 1970 y 1980, el 4-4-2 se consolidó como el esquema táctico predominante en el fútbol mexicano. Este sistema ofrecía un equilibrio entre defensa y ataque, permitiendo una transición fluida entre ambas fases del juego. Equipos emblemáticos como América y Chivas adoptaron esta formación, priorizando la solidez defensiva y la efectividad en el contragolpe. Los laterales desempeñaban un papel crucial, apoyando tanto en defensa como en ataque, mientras que los delanteros se encargaban de finalizar las jugadas.
El 4-4-2 se caracteriza por una línea de cuatro defensores, cuatro centrocampistas y dos delanteros. Esta disposición permite una cobertura equilibrada del campo y facilita la presión en diferentes zonas. Sin embargo, con el tiempo, las limitaciones de este sistema comenzaron a evidenciarse, especialmente ante equipos que empleaban formaciones más modernas y versátiles.
La llegada de entrenadores extranjeros a la Liga MX trajo consigo una oleada de innovaciones tácticas. Técnicos como Ricardo La Volpe introdujeron sistemas como el 5-3-2, que se transformaba en un 3-5-2 en fase ofensiva, otorgando mayor protagonismo a los laterales y fomentando un juego más asociativo.
Estas nuevas propuestas tácticas desafiaron el statu quo y obligaron a los equipos a adaptarse. La flexibilidad y la capacidad de sorpresa se convirtieron en elementos clave, y la rigidez del 4-4-2 comenzó a ser cuestionada. La influencia de estos entrenadores no solo cambió las formaciones, sino también la mentalidad de los jugadores, promoviendo una mayor comprensión del juego y una adaptación constante a las circunstancias del partido.
En la actualidad, el fútbol posicional ha ganado terreno en la Liga MX. Este enfoque se centra en el control del espacio y la posesión del balón, buscando desorganizar al rival mediante movimientos coordinados y una ocupación inteligente del terreno de juego. Formaciones como el 4-3-3 y el 4-2-3-1 se han vuelto comunes, permitiendo una mayor versatilidad y adaptabilidad durante los encuentros.
El fútbol posicional requiere jugadores técnicamente dotados y tácticamente inteligentes, capaces de interpretar diferentes roles según las necesidades del equipo. La importancia de la posesión del balón y del ritmo del partido ha permitido a la Liga MX construir una identidad de juego basada en la táctica, donde se prioriza la posesión y el trabajo en equipo.
Un ejemplo emblemático de esta evolución es el Club León bajo la dirección técnica de Ignacio Ambriz. Ambriz implementó un estilo de juego basado en la posesión y la presión alta, utilizando un sistema 4-3-3 que permitió al equipo dominar el medio campo y ejercer un control constante sobre sus rivales. Este enfoque llevó a León a conquistar el título del Guardianes 2020, demostrando la eficacia del fútbol posicional en el contexto mexicano.
Otro caso relevante es el de los Tigres de la UANL, dirigidos por Ricardo "Tuca" Ferretti. Aunque conocido por su pragmatismo, Ferretti adaptó su esquema tradicional para incorporar elementos del fútbol posicional, especialmente en competiciones internacionales. La flexibilidad táctica y la capacidad de sus jugadores para interpretar diferentes roles fueron clave en su histórica victoria en la Liga de Campeones de la Concacaf 2020 y su posterior participación en el Mundial de Clubes.
La adopción del fútbol posicional en la Liga MX no ha estado exenta de desafíos. La necesidad de jugadores con alta comprensión táctica y técnica, así como la adaptación a diferentes estilos de juego, ha requerido una evolución en la formación y desarrollo de futbolistas. Además, la competencia con equipos que aún emplean sistemas más directos y físicos plantea retos constantes.
Sin embargo, la tendencia hacia tácticas más sofisticadas y la influencia continua de entrenadores innovadores sugieren que la Liga MX seguirá evolucionando. La integración de análisis de datos y tecnología en la preparación de los equipos, así como la globalización del fútbol, contribuirán a una mayor sofisticación táctica y a la consolidación del fútbol posicional en el panorama mexicano.
12/02/2025
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