Por Alfonso Parra
Javier Aguirre viajará con la Selección Mexicana al cono sur del Continente. Pues hasta allá se consiguieron dos amistosos contra equipos mayúsculos de Argentina y Brasil.
El Tri se medirá ante el Inter de Porto Alegre y River Plate, pero lo hará sin las estrellas europeas ni con las figuras de la Liga MX. El "Vasco" tendrá que usar a puro juvenil en estos partidos.
Pero, no es la primera -y seguramente tampoco la última- gira que tenga la Selección Mexicana por Sudamérica. Desde hace varias décadas ha viajado a estos destinos para encuentros amistosos.
En 2018, fue la última vez que la Selección Mexicana viajó para una serie de partidos en Argentina. Se enfrentó a la Albiceleste que ya era dirigida por Lionel Scaloni.
En aquellos momentos, Ricardo Ferretti era el director técnico interino del combinado mexicano. Y el saldo de esos dos partidos, fueron derrotas por el mismo marcador... 2-0.
En el primero, Ramiro Funes Mori -hermano del seleccionado nacional en Qatar 2022- abrió el marcador e Isaac Brizuela contribuyó con un autogol para definir el partido.
En el segundo encuentro, Mauro Icardi y Paulo Dybala fueron los anotadores de los goles. Cabe mencionar que en ninguno de los dos partidos participó Messi, pues no fue convocado.
La Selección Mexicana de Fútbol enfrenta una serie de desafíos que han puesto en duda su futuro en el escenario internacional.
A pesar de ser una de las selecciones más populares del mundo, el Tricolor ha mostrado inconsistencia en los últimos años, lo que ha generado preocupación entre los aficionados y los expertos.
La Selección Mexicana ha carecido de un proyecto deportivo a largo plazo, lo que ha provocado cambios constantes en el cuerpo técnico y en el estilo de juego. Esta falta de continuidad impide el desarrollo de una identidad futbolística clara y dificulta la formación de un equipo competitivo.
El equipo mexicano ha dependido en gran medida de jugadores veteranos, lo que ha limitado el surgimiento de nuevas promesas y ha dificultado la renovación generacional.
El mediocampo mexicano ha carecido de jugadores con la capacidad de generar juego y asistir a los delanteros. Esta falta de creatividad ha limitado las opciones ofensivas del equipo.
La gran expectativa de la afición mexicana y la presión mediática generan un ambiente de alta tensión para los jugadores, lo que puede afectar su rendimiento en los partidos importantes.
Además, la competencia en la Concacaf se ha vuelto más fuerte en los últimos años, con equipos como Estados Unidos y Canadá mostrando un gran crecimiento.
La inversión en las fuerzas básicas ha sido insuficiente, lo que ha limitado el desarrollo de nuevos talentos. Además, la Liga MX ha sido criticada por ser un torneo muy cerrado, con poca competencia y escasa oportunidad para que los jóvenes jugadores se desarrollen.
La frecuente rotación de técnicos ha impedido la implementación de un proyecto deportivo a largo plazo.
El futuro de la Selección Mexicana es incierto. Sin embargo, con una planificación adecuada y el compromiso de todos los involucrados, es posible superar los desafíos actuales y construir un equipo competitivo a largo plazo.
La afición mexicana espera con ansias ver a su selección volver a los primeros planos del fútbol internacional.
14/01/2025
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