Hinchas del Cruz Azul lanzan en repetidas ocasiones el famoso insulto a Camilo Vargas

En los últimos minutos del duelo entre Cruz Azul y Atlas, la afición Cementera, quienes por cierta estrenaban casa al ser locales en el Estadio Olímpico Universitario, se portaron mal, pero en la Liga MX, al final es rara vez cuando se hace algo para que reine la paz.

Al minuto 85 se gritó el famoso ‘Eh eh eh pu…, eh pu…’, sonido que se repitió al 85, 90 y luego en tiempo de compensación.

¿Habrá sanción?, muy difícil que existe algo así, pues se ha dejado en el tema en los escritorios y mejor hacerse la vista gorda.

La Máquina Cementera del Cruz Azul y los Rojinegros del Atlas igualaron a un gol en su partido de la fecha 1 del Clausura 2025.

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El grito homofóbico en el fútbol mexicano: un problema persistente

El fútbol mexicano, como muchas otras ligas alrededor del mundo, ha enfrentado un desafío constante en la lucha contra los gritos homofóbicos que se han vuelto una práctica común en sus estadios. A pesar de las múltiples campañas y sanciones impuestas por la Federación Mexicana de Fútbol (FMF) y la FIFA, este problema persiste y ha generado una gran polémica tanto a nivel nacional como internacional.

El grito homofóbico, que consiste en un cántico despectivo dirigido hacia los porteros rivales en el momento de realizar un saque de meta, se ha convertido en un estigma para el fútbol mexicano. Esta práctica no solo es ofensiva y discriminatoria, sino que también ha puesto en riesgo la participación de la Selección Mexicana en competencias internacionales, como los mundiales.

Las consecuencias de los gritos homofóbicos

Las consecuencias de este problema son múltiples y graves. En primer lugar, el grito homofóbico daña la imagen del fútbol mexicano a nivel internacional y promueve una cultura de discriminación y violencia. En segundo lugar, pone en riesgo la posibilidad de que México pueda organizar eventos deportivos de gran magnitud, como la Copa del Mundo. Además, las sanciones económicas impuestas por la FIFA a la FMF representan una pérdida importante de recursos para el desarrollo del fútbol mexicano.

Los esfuerzos para erradicar el problema

La FMF ha implementado diversas medidas para combatir el grito homofóbico, como campañas de concientización, sanciones económicas a los clubes y la suspensión de partidos. Sin embargo, estas medidas no han sido suficientes para erradicar el problema por completo.

Es importante destacar que la erradicación del grito homofóbico es una tarea que requiere el compromiso de todos los actores involucrados: jugadores, árbitros, directivos, medios de comunicación y, sobre todo, la afición. Es necesario generar una cultura del respeto y la tolerancia en los estadios, donde todos los aficionados se sientan incluidos y respetados.

¿Qué se puede hacer?

Para erradicar el grito homofóbico se requiere un esfuerzo conjunto de todos los sectores de la sociedad. Algunas de las medidas que se pueden implementar son:

• Educación: Es fundamental educar a la afición desde temprana edad sobre los valores del respeto y la tolerancia.
• Sanciones ejemplares: Las sanciones impuestas a los clubes deben ser más severas y efectivas para disuadir a los aficionados de continuar con esta práctica.
• Campañas de concientización: Es necesario intensificar las campañas de concientización en los estadios y en los medios de comunicación para sensibilizar a la población sobre los efectos negativos del grito homofóbico.
• Participación activa de los jugadores: Los jugadores tienen un papel fundamental como referentes para la afición. Su compromiso en la lucha contra la discriminación puede ser un factor clave para generar un cambio de actitud.

En conclusión, el grito homofóbico es un problema grave que afecta al fútbol mexicano y que debe ser erradicado. Solo a través de un esfuerzo conjunto y sostenido podremos construir un fútbol más inclusivo y respetuoso.

Origen del Grito Homofóbico en el Fútbol Mexicano

El origen exacto del grito homofóbico en los estadios mexicanos es difícil de precisar con exactitud, ya que se trata de una práctica que se ha arraigado en la cultura futbolística del país a lo largo de los años. Sin embargo, existen algunas teorías y eventos que podrían haber contribuido a su proliferación:

• Clásico Tapatío (2003): Uno de los episodios más señalados como punto de partida es un partido entre el Atlas y las Chivas de Guadalajara en 2003. Durante este encuentro, la afición del Atlas habría dirigido el grito hacia el portero Oswaldo Sánchez. Esta acción, sumada a declaraciones previas del jugador, podría haber detonado la popularización del cántico.
• Cultura machista y homofóbica: El grito homofóbico se inscribe dentro de una cultura machista y homofóbica arraigada en la sociedad mexicana. El uso del lenguaje homofóbico como insulto es una práctica común en diversos ámbitos y, lamentablemente, se ha trasladado al ámbito deportivo.
• Falta de educación y concientización: La falta de educación y concientización sobre temas de diversidad sexual y respeto a los derechos humanos ha contribuido a la normalización de este tipo de conductas en los estadios.
• Presión grupal y ambiente festivo: El ambiente festivo y la presión grupal dentro de los estadios pueden influir en las personas para que participen en conductas que normalmente no realizarían.

Es importante destacar que el grito homofóbico no es exclusivo del fútbol mexicano, sino que se ha registrado en otros países y deportes. Sin embargo, en México este problema ha adquirido una dimensión particular debido a la gran pasión por el fútbol y la falta de acciones contundentes para erradicarlo.